Terapia de Grupo Bloguera

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domingo, 13 de junio de 2010

RESPUESTA A SANDRA RUSSO


En su artículo de página 12 Sandra Russo habla de la familia tipo, la pone en un lugar crítico y le reprocha el espacio social que supuestamente tiene, refiriéndose a la familia tipo como una tiranía, con un día de la madre y un día del padre como días simbólicos en los cuales se da una estigmatización.

La familia no es un constructo social ni un constructo cultural, es una evolución que tiene orígenes explicados desde la antropología  y no necesariamente canónicos ni religiosos y por supuesto explicaciones bio-psico-sociales.

La familia tipo es un modelo, quizás un modelo que desvía o rigidiza el escenario de la pareja humana femenina-masculina con su cría con pocos o muchos hijos. Por lo general la imagen está congelada con un papá y una mamá y dos hijitos. Esa imagen es eso simplemente una imagen, como una especie de ícono igual que la letra a, pronunciada de diferentes maneras en distintas lenguas.

Vuelvo a la idea de los orígenes evolutivos de la familia y como ideas muy sintéticas diría que básicamente su origen parte primitivamente del matriarcado sindiásmico, que organizaba su orden familiar como pertenencia a la mujer que paría (única posibilidad de probar la pertenencia al clan), y la protección dada por los varones de la madre que por lo general eran sus hermanos o el hermano mayor (el avúnculo). Este modelo familiar era endogámico, muy primitivo. Como necesidad de sobrevivencia se hizo necesario unir fuerzas con otros clanes para proveerse y protegerse. La riqueza de los clanes estaba en la mujeres que podían ser cedidas a cambio de la lucha para la caza con los cazadores de otro clan. Así surge el punalúa o hermano de cacería a quien se le podía ceder la hermana y proveer al otro clan otra mujer que podía dar hijos y trabajo doméstico.Punalúa significa cuñado y su alianza con los hermanos de cacería del otro clan permitíó la exogamia. Así nacen los parentescos. Las familias se convierten así en el poder de sobrevivencia de los clanes.


La idea de familia tiene que ver con un agrupamiento, una convivencia pero fundamentalmente con la genealogía, aquello que pertenece a grupos de ascendencia, descendencia de hijos y colateralidad. Tan es asi que el término también se usa para definir agrupamientos de otros elementos y sustancias del mismo tipo y derivación.

¿Adónde apunto?: Al lenguaje que usa la estimada (admirada por mí) Sandra Russo para dar lugar a una pretendida desestigmatización de otros modelos de familia.

Refiere Russo "La tiranía de la Familia Tipo que se impone desde los soportes canónicos del imaginario social, es decir los medios y la publicidad, castiga a muchos inocentes. Los niños sin padre o sin madre, por ejemplo. O los que tienen padres o madres diferentes. Esos días tiene lugar el estigma."

Opino que el imaginario social no es tan constreñido y en esos días permite festejar con padres y madres simbólicas, madres de la vida, madres del corazón, padres que son hermanos mayores y abuelos, madres y padres que son cuidadores de hogares de niños. La capacidad simbólica del ser humano no piensa en exclusiva una estructura supuestamente generada por el marketing. La posibilidad intelectual del ser humano y su sostén emocional derriba  los estereotipos.

Por otro lado es importante señalar que una cosa es la pareja y otra cosa la familia como conceptos y como comprensión vincular. El psicoanálisis refiere a la fantasía de la escena primaria de los padres apareados como uno de los organizadores fantasmáticos del psiquismo. Esta idea puede ser o no aceptada, lo que no cabe duda es que este tema de las nuevas posibilidades familiares mueve hasta conceptos científicos de la psicología y el psicoanálisis.

Estimada Sandra, estar de acuerdo con otras posibilidades amorosas, con otros modelos de intercambio de sujetos sociales que pueden ser del mismo sexo para formar parejas, no implica desacreditar lo que secularmente está definido desde la familia heterosexual. Últimamente estoy escuchando discursos que ideologizan las relaciones (de por sí muy complicadas) humanas. Para desestigmatizar la homosexualidad se desacredita y estigmatiza la heterosexualidad, además de desvalorizar y atacar los vínculos de padres a hijos e hijas con la acusación del incesto y la patología perversa casi generalizando esta conducta.

Bienvenidos/das el debate social, cultural y científico.

El artículo aquí




domingo, 6 de junio de 2010

Un cuento de días fríos




Era 1952, Isabel tenía 7 años y una mente inquieta e inteligente. Sabía quienes eran Perón y Evita, los veía en su libro escolar, en las fotos de la escuela, en el noticiero cuando iba al cine del barrio con su tía , en la siesta de los domingos. Le llamaba la atención el cuadro donde Eva estaba vestida de "fiesta" con ese collar grande, de piedras rojas y la sonrisa siempre presente.
El papá de Isabel siempre hablaba cosas de Perón y Eva, a veces bien a veces lo puteaba y  otras veces discutían con sus tíos por temas de la política. La madre de Isabel era española muy rubia y de ojos claros, en contraste con su marido, el padre de Isabel, que era un morocho estilo Gardel pintonazo y criollo, hijo de madre india y padre español. Al abuelo aragonés casado con la india, los abuelos andaluces le decían el anarquista.
Isabel con sus 7 años leía y escribía todo lo que podía y entre otras cosa leía un folleto que recibía su papá todas las semanas que se llamaba "Nuestra palabra, diario obrero del partido comunista". La casa donde vivía la niña era una vieja casona de barrio, vieja y de tipo chorizo, con paredes altas, techos de caña con terminaciones de madera y un gran fondo de tierra, pastos, cañas para jugar y jugar con sus primos y sus hermanos entre frutales y algunos parrales abandonados. Poca calefacción en invierno, cocina fogón a leña y una gran pileta que su mamá llamaba batea en el fondo (un lugar frío, muy frío en invierno), para lavar la ropa a mano. A su mamá la ayudaba a lavar una señora muy morocha que venía una vez por semana y se llamaba Elvira. Isabel se sentaba en un tronco grande de un árbol caído al lado de la señora Elvira mientras ella lavaba y lavaba ropa moviendo su cuerpo con fuerza, estrujando sábanas, camisas, toallas y mojándose la panza. Hacía frío pero como era la siesta y había solcito Isabel la acompañaba y la miraba. Ese día Isabel vio a Elvira seria, le corrían lágrimas sin cesar y seguía estrujando la ropa. No la miraba a Isabel ni le hablaba. La niña se le acercó y le preguntó si le dolía algo, si estaba enojada con ella. La mujer la miró y le dijo " se murió Evita, se murió Evita ¿que vamos a hacer ahora los pobres?". Isabel no entendía por qué estaba tan triste Elvira, si Evita se había muerto, y además Perón ni Evita eran tan importantes para sus padres o sus tíos.
Isabel aprendió que hay cosas que los niños descubren solos, que Elvira lloraba, que su mamá chusmeaba el gran entierro, las flores, la gente que iba al velorio, y que su papá puteaba, pero también se quedaba serio y no hacía comentarios...


Un cuento de Angeles para Eva en el Bicentenario