Terapia de Grupo Bloguera

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Estoy en mi Mendoza querida, en Villavicencio

CIUDAD DE MENDOZA

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Desde aquí, el Oeste de Argentina

viernes, 30 de julio de 2010

Los hermanos latinoamericanos de Clarín, Perfil y etc.

 Esto es lo que miran los peruanos de la Presidenta Argentina

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sábado, 24 de julio de 2010

Reedición de "Un cuento de días fríos en el aniversario, el 26 de julio, de la muerte de Evita.


Era 1952, Isabel tenía 7 años y una mente inquieta e inteligente. Sabía quienes eran Perón y Evita, los veía en su libro escolar, en las fotos de la escuela, en el noticiero cuando iba al cine del barrio con su tía , en la siesta de los domingos. Le llamaba la atención el cuadro donde Eva estaba vestida de "fiesta" con ese collar grande, de piedras rojas y la sonrisa siempre presente.

El papá de Isabel siempre hablaba cosas de Perón y Eva, a veces bien a veces lo puteaba y otras veces discutían con sus tíos por temas de la política. La madre de Isabel era española muy rubia y de ojos claros, en contraste con su marido, el padre de Isabel, que era un morocho estilo Gardel pintonazo y criollo, hijo de madre india y padre español. Al abuelo aragonés casado con la india, los abuelos andaluces le decían el anarquista.
Isabel con sus 7 años leía y escribía todo lo que podía y entre otras cosa leía un folleto que recibía su papá todas las semanas que se llamaba "Nuestra palabra, diario obrero del partido comunista". La casa donde vivía la niña era una vieja casona de barrio, vieja y de tipo chorizo, con paredes altas, techos de caña con terminaciones de madera y un gran fondo de tierra, pastos, cañas para jugar y jugar con sus primos y sus hermanos entre frutales y algunos parrales abandonados. Poca calefacción en invierno, cocina fogón a leña y una gran pileta que su mamá llamaba batea en el fondo (un lugar frío, muy frío en invierno), para lavar la ropa a mano. A su mamá la ayudaba a lavar una señora muy morocha que venía una vez por semana y se llamaba Elvira. Isabel se sentaba en un tronco grande de un árbol caído al lado de la señora Elvira mientras ella lavaba y lavaba ropa moviendo su cuerpo con fuerza, estrujando sábanas, camisas, toallas y mojándose la panza. Hacía frío pero como era la siesta y había solcito Isabel la acompañaba y la miraba. Ese día Isabel vio a Elvira seria, le corrían lágrimas sin cesar y seguía estrujando la ropa. No la miraba a Isabel ni le hablaba. La niña se le acercó y le preguntó si le dolía algo, si estaba enojada con ella. La mujer la miró y le dijo " se murió Evita, se murió Evita ¿que vamos a hacer ahora los pobres?". Isabel no entendía por qué estaba tan triste Elvira, si Evita se había muerto, y además Perón ni Evita eran tan importantes para sus padres o sus tíos.
Isabel aprendió que hay cosas que los niños descubren solos, que Elvira lloraba, que su mamá chusmeaba el gran entierro, las flores, la gente que iba al velorio, y que su papá puteaba, pero también se quedaba serio y no hacía comentarios...


Un cuento de Angeles para Eva en el Bicentenario

sábado, 17 de julio de 2010

Se fue mi Bianca.


Chau Bianca mi querida perra mestiza, fiel, inteligente y sorda. Llegaste a casa siendo una cachorrita abandonada de pocas semanas llena de sarna y desnutrición. Te trajo entre sus libros mi hija Gaby abrigada con su saquito y sus brazos. Aprendiste con nosotras a comunicarte con la mirada y señas que comprendías como si escucharas. Leías tu nombre en nuestros labios. Nos dejaste. Pensamos que íbas a vivir más, que te quedaba mucho tiempo entre nosotras pero una cruel enfermedad no te dio tregua.
¡Cómo te extrañamos y sólo han pasado 24 horas!!




miércoles, 14 de julio de 2010

Razones mezcladas con la mala leche.

Parlamento de la senadora Escudero.

Escuché a Escudero y se notaba sólida en la argumentación porque se recorrió durante largo rato todo el código civil. Tomó dos ejes: la filiación y las relaciones parentales. Los dos razonamientos que hizo tienen sustento ya que se planteó el agujero legal que quedaría con el apellido que da identidad y en el caso de divorcio quien se hace cargo de la tenencia y alimentos ya que esas situaciones están contempladas en la ley vigente de matrimonio civil y cambiaría con la ley igualitaria. Ella refirió que el proyecto de "unión civil" permite una solución intermedia. Por supuesto su voto es negativo.


Tuvo muy mala leche por el modo que metía púa contra el gobierno y hubo una referencia a la identidad de los Noble con gran hijaputez, que no tenía nada que ver con sus fundamentos para su voto. Opino que el tema es complejo pero si se resuelve a favor, se comienza a hacer camino con cada caso que requiera derecho.

CAMINANTE NO HAY CAMINO SE HACE CAMINO AL ANDAR.

domingo, 11 de julio de 2010

Gracias Pachamama!

 Es hora que estos HDP sean puestos en el banquillo de los acusados y que en Mendoza se haga un poco de justicia con los crímenes de la dictadura y con muchos que se cometieron  durante la democracia y que aún están impunes. 

 Página 12 
10 de julio de 2010

PIDEN LA CITACION A INDAGATORIA POR COMPLICIDAD EN DELITOS DE LESA HUMANIDAD DE DOS CAMARISTAS DE MENDOZA

La Justicia pone la lupa sobre la Justicia

Los camaristas Luis Francisco Miret y Otilio Romano, entre otros magistrados y ex fiscales mendocinos, son acusados por omitir denuncias, avalar detenciones ilegales y no investigar torturas durante la última dictadura militar.
 Por Nora Veiras
“El Poder Judicial federal de la provincia de Mendoza evidenció (durante la dictadura) una clara voluntad de no investigar las atrocidades que se cometieron (...) Esta afirmación está basada en un hecho incontrovertible: pese a las innumerables denuncias de cientos de desapariciones y/o homicidios, torturas, privaciones ilegales de libertad y abusos sexuales (...) no hubo un solo funcionario de las fuerzas de seguridad que resultara imputado o seriamente investigado por la comisión de esos delitos.” A lo largo de casi doscientas fojas, el fiscal general Omar Palermo detalló la connivencia de la Justicia con los represores y solicitó que se cite a declaración indagatoria a los actuales camaristas federales de Mendoza Otilio Romano y Luis Francisco Miret y al ex juez Gabriel Guzzo, entre otros, por abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, por omitir hacer cesar detenciones ilegales y por encubrir por omisión el deber de denuncia. Calificaciones que tributan en delitos de lesa humanidad.
Miret y Romano ya fueron denunciados ante el Consejo de la Magistratura por organismos de derechos humanos y el propio ministro de Justicia provincial (ver aparte). El pedido del fiscal Palermo, encargado de impulsar las causas por delitos de lesa humanidad, se nutre del testimonio de las víctimas entre 1975 y 1983. El rechazo de los recursos de hábeas corpus, la negativa a buscar a personas desaparecidas, a investigar las condiciones de quienes estaban detenidos y a indagar sobre las torturas estremecen a pesar de la asepsia de la jerga legal. La colaboración del aparato judicial con el terrorismo de Estado se está empezando a investigar en distintas provincias (ver aparte). En Mendoza ya provocó la renuncia de otro camarista, Carlos Martín Pereyra González, quien fue señalado por la Cámara de San Luis por haber presenciado sesiones de tortura.

Modus operandi

El pedido del fiscal Palermo se presentó ante el juez Walter Bonto, titular del juzgado que está en manos como subrogante de Olga Pura de Arrabal, la magistrada que trascendió por su fallo a favor de la suspensión de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Decisión avalada por los camaristas denunciados por complicidad en delitos de lesa humanidad y revertida por la Corte Suprema de la Nación. Tras la feria judicial se supone que Bonto reasumirá. Miret y Romano pretendieron deslegitimar las denuncias en su contra aduciendo que eran una persecución por su postura frente a la ley de medios. Horacio Verbitsky precisó en Página/12 el pasado 25 de abril que “los organismos de derechos humanos entregaron al Consejo de la Magistratura la denuncia el 22 de marzo y la Cámara de Mendoza recibió la apelación por la ley audiovisual una semana después”.
“Hubo jueces diligentes, no heroicos”, pero que con sus decisiones pudieron dar con un paradero y “poner coto a la dictadura”, señala el fiscal. Esa conducta no caracterizó a Miret, Guzzo y Romano. Por ejemplo, en el caso del secuestro del matrimonio Galamba que denunció, además, el robo de camas, roperos, heladera, lavarropa y ropa, el entonces fiscal Romano rechazó investigar el tema porque “se convertiría al tribunal en una oficina de informes de cosas perdidas”.
El caso de Luz Faingold, una adolescente de 17 años que fue detenida en el ’75 es uno de los que más compromete a Miret (ver aparte). El dictamen del fiscal precisa que “si bien el juez Miret no ordenó directamente la detención de la menor, habría sido anoticiado –probablemente de manera telefónica– el mismo día del resultado del allananamiento que él había ordenado. Es decir, desde un primer momento tomó conocimiento de que tenía privada de su libertad a una menor de edad, en un centro clandestino de detenidos junto a personas adultas perseguidas por causas políticas, a quien mantenía además incomunicada, no obstante lo cual, una vez anoticiado, dispuso la continuidad de esa detención preventiva ilegal y que se la mantuviera incomunicada negándole la entrega a la madre”. El entonces fiscal Romano estaba al tanto de la situación y ambos “una vez que tomaron conocimiento de las torturas y del abuso sexual del que fue víctima la menor por parte del personal policial, omitieron promover la persecución y represión de los delincuentes”.
La denuncia presentada por organismos de derechos humanos y sobrevivientes del centro clandestino de detención que funcionaba en el Departamento de Informaciones de la policía mendocina cuenta que Miret se jactaba de ser amigo personal del general Juan Pablo Saa, a cargo de la represión en Mendoza. “Miret y Romano fueron un engranaje del proceso represivo para facilitar la impunidad ajena y en algunas casos, propia”, sostienen. En un reportaje publicado por el diario mendocino El Sol, Miret se definió como “campeón del garantismo”, aclaró que no fue “juez del proceso sino juez de carrera que actuó durante el proceso” y explicó que todos los detenidos decían haber sido torturados “para desvirtuar la indagatoria policial” y abundó que los policías “estaban tentados de hacer cualquier apremio, como mínimo, un submarino, que no deja marcas, o colgarlos de las piernas por una noche y, entonces, al día siguiente, algunos cantan”. Esos apremios “podían ser o no ciertos”, agregó. El actual camarista dijo, en la misma nota, que cuando le advirtieron sobre la desaparición del profesor Mauricio López Miret pensó que “se había escondido”. En otros casos, directamente avaló actas postdatadas para blanquear el secuestro de jóvenes antes y después del último golpe militar.

Delitos

El fiscal Palermo sostiene que la tolerancia por parte de los magistrados y fiscales que actuaron durante la dictadura terminó erigiendo una suerte de garantía de impunidad para los delitos cometidos. Llama la atención también sobre el silencio que siguieron manteniendo desde el retorno a la democracia.
Del estudio de los expedientes de la época surge que cada uno de los cientos de recursos de hábeas corpus a los que no se les dio curso permitió que los funcionarios tuvieran conocimiento de las detenciones sin orden de autoridad competente y, por lo tanto ilegales; de violaciones de domicilio, de apropiaciones de bienes, de secuestros, desapariciones y torturas.
A partir de la descripción de más de cien casos de secuestros, torturas y desapariciones –en Mendoza hay más de doscientos desaparecidos–, el fiscal Palermo pidió que se cite a declaración indagatoria a Miret por privación abusiva de la libertad, omisión de promover la investigación en 26 hechos, seis omisiones de investigar torturas, robo, prevaricato y omisiones de hacer cesar privaciones ilegales de la libertad. Al ex juez Gabriel Fernando Guzzo lo acusa por no promover la investigación ante 108 denuncias. Al ex fiscal y actual camarista Otilio Roque Romano, quien le dijo al diario La Nación que las acusaciones contra él y Miret habían sido impulsadas para presionarlos por la ley de medios, el fiscal le imputa no haber promovido las investigaciones en 97 detenciones y desapariciones, además de haber encubierto robos y evitar la continuidad de detenciones clandestinas.
Después de veintiséis años de democracia y cuando los procesos a los responsables directos y ejecutores de la represión ilegal avanzan en distintos puntos del país, el velo sobre la complicidad de los jueces empieza a correrse. En Mendoza, los magistrados encontraron hasta ahora los mecanismos para evitar que militares y miembros de fuerzas de seguridad esperen en prisión el comienzo de los juicios. La historia compartida con varios de los actuales camaristas explica la solidaridad y redobla el desafío para hacer justicia.


jueves, 1 de julio de 2010

Modalidad siniestra del poder y la impunidad.

LA MALDAD  LO SINIESTRO
La maldad es difícil de definir y puede confundirse con violencia, agresión, odio, etc.
La maldad es mucho más.
La maldad es la terrorífica conjunción del sadismo combinado con lo siniestro.
La persona mala se enmascara y lo peor es que enmascara la pulsión de muerte, la intención sádica con el disfraz de la bondad y el bien. La maldad tiene un componente intelectual importante, mientras más inteligente es el sujeto va adquiriendo poder  y más refinada es su conducta siniestra, más refinados sus disfraces, más inaccesible capturarlo, más impune su conducta.
Los malos se desarrollan en familias, parejas, grupos, instituciones y empresas.
Pueden llegar a gobernar un país desde las sombras o enmascarados en instituciones sociales como empresas periodísticas.
Pueden ser una "amorosa" madre adoptiva.
Las víctimas pueden vivir alienadas en un ambiente siniestro y terminan jugando el juego de los alienadores.
¿Qué miedo, no?