Me estaba reservando este tema para desarrollarlo en una saga acerca de la biopolítica, pero los acontecimientos relacionados a la cirugía de urgencia del Ex-presidente Kirchner y esposo de la Presidenta Cristina Fernández me hicieron adelantar un poco el tema y hacer algunas reflexiones.
En qué poder queda nuestra vida cuando es nuestra vida la que está en juego, por razones de salud, de enfermedades, de males, más allá del universo de saberes de aquellos que no son médicos, que no están en la medicina y que dependen de las medicinas.
Un matrimonio de psicoanalistas franceses, en la década del 60 realizó una investigación sobre el "juego del doctor" en niños pequeños hasta los 5 años que suelen jugar al doctor como juego de roles que les da la oportunidad de conocer, mirar y tocar sus cuerpitos. Buscan el momento para hacerlo, por lo general se esconden y suelen jugarlo lo más a menudo que pueden. Los roles que se ponen son el del enfermo, de la mamá, el papá, la enfermera y el doctor o doctora (si la que puja por llegar a ese lugar es una nena). El rol más deseado es el del doctor por lo general lo ocupa quien tiene más liderazgo en el grupito de los participantes, el otro lugar deseado es el del enfermo.
Muy sintéticamente una de las conclusiones a las que llegaron los psicoanalistas es el significado que tiene para los niños ser el doctor y cómo esta significación experimentada desde el nacimiento a partir del vínculo que se genera con un niño y la mirada de su pediatra en compañía de sus padres, posiciona este personaje en el lugar de absoluto poder sobre las jerarquías y sobre su vida.
El primer posicionamiento es que tiene plena libertad y no pide permiso para mirar y tocar el cuerpo. Otras percepciones son el poder que tiene sobre sus padres que en la vida de los niños son la suprema jerarquía.. Lo que ve el niño es que ese padre está sometido a otro poder.
Otro posicionamiento es el de la erotización que despierta esa mirada sin permiso y con poder para tocar, pinchar y someter ampliando en esa vincularidad la sumisión al poder desde el deseo.
Los investigadores tomaron de la antropología y el comportamiento grupal de las tribus, los lugares jerárquicos que por poder generan la sumisión escalonada y de privilegios en la sociedad tribal y el de mayor poder es el brujo, nunca el jefe o cacique de la tribu.
Las conclusiones que abarcan desde las experiencias tempranas en el desrrollo mental hasta el desarrollo temprano de las sociedades humanas son muy interesantes y por supuesto muy fundamentadas desde el psicoanálisis.
Quedo en deuda para escribir sobre la biopolítica y las políticas del significante vida. Quién debe morir (de acuerdo con el poder político) para que otros tengan que vivir. Quienes tienen el poder sobre la vida.
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